Declaracion de la Delegacion Preelectoral
del Instituto Nacional Democrata (NDI)
A Las Elecciones Presidenciales del 2000


Santo Domingo, 14 de abril de 2000

I. INTRODUCCIÓN

La delegación internacional preelectoral organizada por el Instituto Nacional Demócrata (NDI) que visitó la República Dominicana del 9 al 14 de abril del 2000, expresa lo siguiente: a) El propósito de esta delegación fue el de expresar el apoyo de la comunidad internacional al proceso electoral democrático de la República Dominicana; evaluar la evolución del ambiente político de cara a las próximas elecciones; situación de los preparativos electorales, así como también ofrecer una declaración precisa e imparcial de sus observaciones. b) La delegación realizó sus actividades de acuerdo con las normas internacionales para la observación electoral internacional no partidaria y la legislación dominicana. El NDI no busca interferir en el proceso electoral, ni tampoco llevar a cabo, en este momento, una evaluación final del proceso. El NDI reconoce que, en última instancia, será el pueblo dominicano quien determine la legitimidad de las elecciones y del gobierno que de ellas resulte.

II. ANTECEDENTES

El Instituto organizó y dirigió delegaciones internacionales para la observación de procesos preelectorales y elecciones dominicanas en los años 1990, 1994 y 1996. Las delegaciones del NDI en 1990 y 1996 fueron dirigidas conjuntamente con el Centro Carter. Además de esta delegación preelectoral, el NDI y el Centro Carter organizarán una delegación internacional para observar las elecciones presidenciales del 16 de mayo y la segunda vuelta de las mismas, el 30 de junio en caso de que la hubiera. El NDI y el Centro Carter abrirán una oficina en Santo Dolmingo a mediados de abril para continuar dando seguimiento al proceso electoral hasta su conclusión.

RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES
Las elecciones presidenciales de este año ofrecen una oportunidad crucial para que la República Dominicana avance de manera significativa en su proceso democrático. El éxito de las elecciones de 1996 y 1998 representan una ruptura del convulsionado historial electoral del país. La confianza pública en las elecciones ha aumentado de manera importante, pero probablemente será necesario el logro de éxitos electorales aun mayores antes de que los ciudadanos dominicanos puedan confiar plenamente en el proceso y que los partidos políticos y los candidatos no aleguen inmediatamente la probabilidad de fraude.

Los logros de la República Dominicana en los procesos electorales de los últimos cuatro años son alentadores, no obstante, la combinación actual de polarización política y la prevalencia de una cierta desconfianza, crean un entorno sensible que obliga a resolver los aparentes problemas técnicos en el proceso electoral. Las posibilidades de otras elecciones presidenciales dominicanas cuyos resultados se definan por un estrecho margen realzan la sensibilidad del ambiente electoral y la urgencia de que se concerten acuerdos con amplio apoyo acerca de como encarar los problemas. Se hace necesario un diálogo activo de buena fe entre los partidos políticos y las autoridades electorales, con el apoyo continuo de sectores religiosos, cívicos y empresariales para concertar los acuerdos requeridos.

Si las partes que intervienen en el proceso electoral logran alcanzar los acuerdos necesarios, podrían generarse las condiciones requeridas para organizar unas elecciones exitosas; sin embargo, el factor tiempo es esencial, y deberían lograrse acuerdos para resolver los problemas manera de cómo abordar los problemas, en particular, aunque no exclusivamente, aquellos relativos al padrón electoral y las cédulas de identidad y electoral. Dado el historial de diálogo en los últimos años en lo que se refiere a reformas políticas y electorales, y dado el deseo expresado a la delegación por los partidos políticos, autoridades electorales y otros actores importantes, entendemos que dichos acuerdos pueden lograrse.

Al mismo tiempo, se requiere de esfuerzos concertados e intensos por parte de la Junta Central Electoral (JCE) si se han de encarar efectivamente los problemas técnicos de mayor importancia antes de las elecciones del 16 de mayo. Además, es significativo el reto que representa organizar y supervisar las elecciones adecuadamente, además de los asuntos relativos a una campaña justa en los días restantes previos a las elecciones, así como la posibilidad de una segunda vuelta. Se requiere una clara demostración de voluntad política de todos aquellos que participan en el proceso, y de capacidad administrativa para abordar los problemas y los retos, si es que el electorado dominicano ha de ver cumplido sus deseos de otras elecciones democráticas este año.

Conscientes de los avances logrados en los últimos cuatro años en el proceso electoral dominicano y del fuerte deseo que tienen los dominicanos de unas elecciones democráticas genuinas, la delegación ofrece sus observaciones así como sus recomendaciones las cuales aparecen en la ultima sección de esta declaración.

II. LA DELEGACIÓN Y SU TRABAJO

La delegación fue acogida calurosamente por la Junta Central Electoral y los líderes de los sectores político, cívico, empresarial y religioso. La misión estuvo integrada por: Félix Ulloa, ex Magistrado del Tribunal Electoral Supremo de El Salvador y Presidente del Instituto de Estudios Jurídicos del El Salvador; Aracely Conde de Paiz, ex candidata a la Vice Presidencia de Guatemala por el Partido Social Demócrata/Alianza Popular-5 y actual Presidenta del grupo de participación cívica, Amanecer Sakarik de Guatemala; Curt Cutter, Consejero Principal del NDI, Presidente de Interworld Consultants y ex diplomático de los E.U.A.; Patrick Merloe, Asociado Principal de NDI y Director de Programas sobre Elecciones y Procesos Políticos; y Matt Dippell, Director Adjunto de NDI para América Latina y el Caribe. A la delegación se unió Geneva Ferrando, Asistente Regional para América Latina y el Caribe.

Las observaciones de la delegación están basadas en extensas reuniones con: candidatos presidenciales y líderes de campañas de partidos políticos y representantes ante la JCE, incluyendo el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Partido Reformista Social Cristiano, (PRSC), Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y otros; los miembros de la Junta Central Electoral (JCE); miembros de la Comisión de Seguimiento y la Comisión de Asesores de Informática de la JCE; líderes de organizaciones no gubernamentales, incluyendo Participación Ciudadana; representantes de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, representantes de los medios noticiosos; expertos locales en investigación de opinión publica y análisis político; y representantes de la comunidad internacional. La delegación también se sirvió del trabajo de delegaciones anteriores organizadas por la Organización de Estados Americanos (OEA), International Foundation for Election Systems (IFES) y el Centro Carter. La delegación se complace en expresar su agradecimidento a todos aquellos con quienes se reunió por haber compartido con ella su tiempo y sus opiniones.

Una evaluación exacta y cabal de cualquier elección debe tomar en cuenta todos los aspectos del proceso electoral. Estos incluyen: 1) las condiciones que establece el marco legal para las elecciones; 2) el período preelectoral antes y durante la campaña; 3) el proceso de votación; 4) el proceso de conteo de los votos en las mesas electorales; 5) la tabulación de resultados; 6) la investigación y resolución de quejas; y 7) las condiciones que rodean la formación de un nuevo gobierno. Al mismo tiempo, ningunas elecciones pueden ser vistas aislándolas del contexto político en que se desarrollan. El período preelectoral es esencial a este contexto y debe recibir una alta ponderación al evaluar la naturaleza democrática de las elecciones, porque es el momento en que los ciudadanos se dan cuenta de su poder de darle el mandato a aquellos que van a gobernar, y donde los contendientes políticos movilizan apoyo en una prueba de pluralismo político a medida que compiten por los votos.

III. CONTEXTO ELECTORAL

El NDI ha tenido el privilegio de presenciar a los ciudadanos dominicanos ejercer su voluntad política en tres elecciones pasadas, en 1990, 1994, y 1996. La delegación ha tomado nota de que las elecciones de 1996 y 1998, las cuales fueron aceptadas como democráticas y bien administradas, por ciudadanos y contendientes políticos por igual, se yerguen en profundo contraste ante las atribuladas elecciones de 1990, y particularmente frente a las elecciones de 1994 en que a decenas de miles de votantes les fue negado el derecho al voto debido a practicas fraudulentas.

Estas elecciones ofrecen una importante oportunidad para continuar la consolidación de los avances democráticos logrados en las elecciones recientes. Ha sido impactante para la delegación el alto grado de interés y participación de los ciudadanos dominicanos en las elecciones y ha encomiado a los líderes políticos, cívicos, empresariales y religiosos por su continua participación en los procesos electorales y políticos. La delegación ha visto reafirmados estos valores por el papel imparcial jugado por la organización cívica dominicana, Participación Ciudadana, en el proceso eleccionario con la movilización de miles de observadores no partidarios de las elecciones próximas, al igual que hizo para las elecciones de 1996 y 1998.

Administración de las elecciones
Para las elecciones de 1996, la JCE fue elegida mediante el consenso político de los partidos y la sociedad civil. Sin embargo, para las elecciones del 2000 la Junta Central Electoral, originalmente de cinco miembros, fue designada por el Senado dominicano sin las consultas amplias que fueron el sello distintivo de las elecciones de 1996. Esto llevó a luchas políticas, que resultaron en el compromiso de ampliar la JCE incluyendo un miembro adicional en representación del PRSC y uno en representación del PLD. Mediante esta disposición también se estableció una Comisión de Seguimiento, que incluyó respetadas figuras religiosas, del sector privado y de la sociedad civil, para observar el compromiso y promover la comunicación entre los partidos y la JCE.

Distribución de cedulas electorales y de identidad
Los ciudadanos dominicanos están en el proceso de recibir cedulas de uso múltiple que sirven para votar y crear el padrón electoral. Se estima que al presente aproximadamente 250,000 personas de mas de 4 millones de votantes aun no han recibido sus cedulas. Los ciudadanos se han quejado de las largas filas y de tener que volver repetidamente tanto para solicitar como para recoger estas cedulas. La JCE ha dicho que casi todas las cedulas ya están impresas y que estarán distribuidas para el día de las elecciones mediante enérgicos esfuerzos. La ley dominicana exige que los votantes presenten sus cedulas en los centros electorales y que estén inscritos en el padrón, o no se les permitirá votar. A los partidos políticos y a otros sectores les preocupa, sin embargo, que los esfuerzos de la JCE podrían quedarse rezagados, especialmente si el plazo para la distribución de las cedulas sigue siendo el 16 de abril, lo cual podrían potencialmente afectar sus derechos a miles de votantes.

Registro electoral y simulacro de verificación
También se han externado preocupaciones en torno a la precisión del padrón. Ayudando a responder a estas preocupaciones, la JCE organizó un esfuerzo sin precedentes para que los ciudadanos acudieran a sus centros electorales el 25 y 26 de marzo y confirmaran que están correctamente registrados en el padrón. Un 40 por ciento de los votantes registrados participo en este simulacro o ejercicio de preidentificación. El esfuerzo fue elogiado por los líderes de partidos como una bien recibida respuesta de la JCE a sus preocupaciones sobre las imprecisiones del padrón.

El simulacro aporto una evaluación importante de los preparativos electorales hasta la fecha. Se detectaron una serie de problemas que incluyen: falta de capacitación y supervisión de los funcionarios de los colegios electorales; conocimiento inadecuado de los procedimientos por parte de la ciudadania; fotos de votantes no concordantes, ilegibles o ausentes en el padrón; nombres de votantes que han aparecido en el padrón en mesas diferentes a las que indica la cédula; mesas electorales ubicadas en lugares distintos a lo que indican las cédulas; ciudadanos que solicitaron cambio de centro electoral pero cuyas cédulas aún indican el colegio electoral anterior; ciudadanos que aparecen en el padrón con un genero diferente al suyo; votantes cuyos nombres no aparecen en el registro a pesar de haber votado en el mismo lugar en elecciones pasadas; votantes con una cédula nueva pero que no están en el padrón.

Un informe sobre el proceso del simulacro emitido por la Comisión de Seguimiento, Comisión de Asesores y Participación Ciudadana recomendó: 1) hacer que los partidos ayuden a los ciudadanos a verificar su información en el padrón usando para ello las copias del padrón que los partidos han recibido de la JCE; 2) dar copias del padrón a todos los partidos políticos reconocidos por la JCE y a los grupos cívicos interesados para realizar una labor de llegar a todos los ciudadanos y verificar sus datos contra el padrón; 3) colocar información clave del padrón en el Internet; 4) establecer un sistema telefónico interactivo que permita a los votantes verificar el centro y la mesa donde deben votar; 5) permitir acceso del público a una lista en cada mesa electoral en el día de elecciones para que los votantes puedan verificar como aparecen en el padrón, incluyendo números de cédulas, municipio, centro de votación, mesa y sexo; 6) utilizar los datos del padrón anterior para obtener la información personal para aquellos individuos que solicitaron su nueva cédula pero cuya información no aparece en el nuevo padrón.

El informe también requería, entre otras cosas, 1) establecer o reforzar al encargado de logística en la JCE; 2) suministrar a funcionarios electorales un instructivo claro para el manejo de contingencias el cual debería desarrollarse con el consenso de los partidos políticos; 3) ofrecer capacitación sobre el instructivo y distribución a los funcionarios electorales y los medios de comunicacion; 4) ofrecer capacitación adicional a funcionarios de mesas electorales y a representantes municipales sobre contingencias electorales y evitar presiones indebidas por parte de los delegados de partidos políticos; 5) organizar grupos móviles de supervisión de funcionarios electorales al nivel municipal para manejar problemas logísticos; 6) realizar una campaña de educación pública patrocinada por la JCE para explicar las medidas tomadas a fin de asegurar que los ciudadanos que tienen cédulas puedan votar; 7) organizar un operativo el día de las elecciones para orientar a los votantes; y 8) continuar con la entrega de cédulas, mientras la JCE atiende otros asuntos que se hicieron evidentes a partir del simulacro.

Uso de los recursos del estado
En marzo, la Comisión de Seguimiento -según el Pacto de Ética Electoral, un esfuerzo de mas de 100 organizaciones cívicas que establecieron pautas de referencia para elecciones transparentes y pacificas- informo que se han reportado casos de utilización de recursos del Estado en la promoción de los partidos mayoritarios. Por ejemplo, el informe observa que se ha reportado que el PRD ha desplegado propaganda en camiones del Ayuntamiento del Distrito Nacional, mientras que el PRSC colocó una enorme fotografía de su candidato en el estacionamiento de la Liga Municipal Dominicana. Se han visto vehículos oficiales del estado con propaganda en apoyo del candidato del PLD expuestas visiblemente, incluyendo camiones asignados al programa de asistencia social "Alimentos para Todos".

Ambiente de la Campaña
En general, la campaña de este ano ha sido mucho más pacifica que en años anteriores y se informa que hay mayor respeto por el ejercicio de los derechos electorales por parte de activistas de partidos opositores. Ha disminuido la violencia por motivaciones políticas y hasta la fecha no se han reportado muertes. Sin embargo, los partidos políticos se han acusado unos a otros y a la JCE de estar preparando y/o perpetrando fraude electoral, y algunos líderes de partidos han hecho declaraciones que amenazan con no aceptar la derrota electoral y la posibilidad de usar tácticas de violencia si su partido es derrotado.

Supervisión electoral
La República Dominicana se beneficia en gran medida de la presencia de observadores electorales apartidarios que dan seguimiento al proceso durante el período de campaña y el día de elecciones. La organización cívica, Participación Ciudadana esta desempeñando un papel importante para ayudar a incrementar la confianza y participación en el proceso electoral. En el transcurso del período preelectoral, el grupo ha informado sobre las primarias de los distintos partidos, realizado campañas de educación cívica y ha sido copromotor del Pacto de Ética Electoral. Participación Ciudadana también movilizó 1,500 voluntarios para ayudar con el simulacro del registro electoral y realizó anuncios de servicio público en apoyo del evento. El grupo también esta desarrollando biografías de los candidatos políticos y funcionarios electorales. El día de las elecciones Participación Ciudadana monitorizará la calidad del proceso de votación con una red de observadores de miles de voluntarios. Además, el grupo llevará a cabo una verificación independiente de los resultados de la votación basados en una muestra estadística al azar de los colegios electorales (una tabulación paralela de votos o TPV).

En 1996, Participación Ciudadana reclutó mas de 4,000 observadores electorales locales no partidarios. Sin embargo, la anterior JCE limitó a 1,140 el número de observadores locales que acreditaría. A pesar de eso Participación desplegó los 3,000 voluntarios restantes como “votantes observadores”, esa reglamentación limitó en cierta medida la cobertura del esfuerzo de observación. En las elecciones municipales y legislativas de 1998, la JCE no limitó el número de acreditaciones, y a Participación Ciudadana le fue posible desplegar mas de 10,000 observadores. La credibilidad de Participación ha ido en aumento entre las autoridades electorales y otras. Actualmente, la JCE esta en el proceso de acreditar los observadores de Participación en todo el país. Es importante que la JCE y las autoridades electorales locales apoyen la capacidad de Participación y de otros grupos cívicos de organizar amplios esfuerzos de observación de la totalidad del proceso electoral.

V. OBSERVACIONES Y RECOMENDACIONES

Ha impresionado a la delegación lo que se ha ganado en cuanto a una mayor confianza del público en las elecciones durante los últimos cuatro años y ha apreciado la activa participación de los ciudadanos dominicanos, líderes políticos, funcionarios electorales, la iglesia, líderes cívicos y empresariales la discusión de maneras de abordar problemáticas que afectan el proceso electoral. La delegación también elogia los esfuerzos de la JCE, los partidos políticos y los sectores religioso, empresarial y cívico para resolver problemas que han surgido en el proceso de elecciones. La delegación apoya las recomendaciones establecidas en el informe de la Comisión de Seguimiento, Comisión de Asesores y Participación Ciudadana titulado "Recomendaciones a la Junta Central Electoral ante Los Resultados del Operativo de Preverificación." Las recomendaciones que se ofrecen a continuación tienen la intención de complementar las que han ofrecido otras partes interesadas en el avance del proceso electoral dominicano.

Con estos factores en mente y con el espíritu de la cooperación internacional, la delegación respetuosamente ofrece las siguientes recomendaciones, que cree podrían ayudar a promover la confianza y participación de las elecciones.

  1. Diálogo político y acuerdo
    Se han discutido un número de problemas técnicos en el proceso electoral de la República Dominicana, especialmente el desarrollo del padrón y el proceso de emisión de nuevas cédulas para los votantes. Se han identificado otros asuntos importantes e inevitablemente surgirán otros a medida que se desarrolle el proceso de las elecciones del 2000. Aunque existen soluciones técnicas para dichos problemas y si bien es cierto que se requieren esfuerzos administrativos concertados para abordarlos es esencial llegar a amplios acuerdos políticos sobre el enfoque que se acepte para resolver dichos problemas a fin de lograr unas elecciones pacificas, transparentes y democráticas.

  2. La delegación, por tanto, urge a los partidos políticos y autoridades electorales a continuar e intensificar el diálogo y los esfuerzos de buena fe para lograr un acuerdo inmediato relativo a las maneras especificas de encarar los problemas relativos al padrón y las cédulas. Se espera que los sectores religioso, empresarial y cívico dominicanos continúen con sus cruciales esfuerzos y promuevan dicho diálogo y acuerdo. La delegación también urge a los partidos políticos a participar activamente en diálogos de buena fe con respecto a asuntos que surjan y adherirse a acuerdos previos relativos al proceso eleccionario y político. Un asunto importante que hay que aclarar antes del 16 de mayo son los requerimientos legales para los cambios posibles en candidatos presidenciales y vice presidenciales si hubiese una segunda vuelta el 30 de junio. La incertidumbre respecto a estas importantes reglas de juego deben quedar esclarecidas antes de las elecciones o podría verse socavado el proceso.

  3. El padrón electoral y las cédulas de identidad y electoral
    El gobierno tiene la obligación de proteger y promover el derecho a votar, que se reconoce en la Constitución de la República Dominicana. Al crear un padrón electoral, las autoridades buscan proveer la oportunidad de que todo ciudadano elegible pueda votar y para proteger contra la votación ilegal lo cual socava ese derecho. Han surgido un número de asuntos y problemas con el padrón y la distribución de cédulas en el proceso preparativo a las elecciones presidenciales. Se recomienda emplear dos pautas que guien el abordaje de estas problemáticas: minimizar al grado máximo el restar de sus derechos a de posibles votantes, y que se reduzca en la mayor medida posible, el número de votantes cuyos votos sean "observados".

    La delegación también observó que el sistema de colegios cerrados utilizado en la República Dominicana ha contribuido grandemente a contrarrestar los problemas electorales del pasado. Este sistema, combinado con la práctica de impregnar el dedo de personas que han votado con tinta indeleble, reduce muchísimo el riesgo de la “doble votación”. Este riesgo se ha reducido tanto que –si no fuera por las restricciones en la ley electoral- a cualquier persona que se presentase en un centro electoral con prueba satisfactoria de ciudadania dominicana y elegibilidad para el voto, se le podría permitir votar sin miedo de que haya ejercido su voto en otro lugar. Esta circunstancia deberá reforzar las posibilidades de emplear enfoques flexibles para encarar problemas con el padrón y las cédulas, incluyendo los siguientes:

    • Los problemas con fotografías que aparecen en el padrón que difieren con la que aparece en la cédula de la persona, como lo son que la ausencia de foto en el padrón o que la foto que aparece en el padrón es una antigua, o aun cuando la foto que aparezca en el padrón es de otra persona deben ser resueltos a favor de permitir al votante que ejerza el voto con el proceso normal de boletas.

    • Los problemas con las cédulas o con el padrón relativos a información que no es vital para establecer la elegibilidad de la persona para votar (por ejemplo, información que no sea el nombre y edad y talvez la dirección) deben resolverse a favor de permitir al votante que ejerza el voto usando el proceso normal de boletas.

    • Se ha identificado un número de personas que poseen sus cédulas nuevas pero cuya información no aparece en el padrón. La información relativa a dichas personas que aparecen en el viejo padrón podría ser traslada al nuevo. La información de los nuevos votantes podria incluirse fresca.

    • Un gran número de cédulas no han sido entregadas al electorado, y este problema puede afectar de manera desproporcionada a aquellas personas que han llegado a la edad de votar después de las ultimas elecciones. Deben realizarse esfuerzos extraordinarios para entregar las cédulas a todas aquellas personas del electorado que las hayan solicitado, incluso una campaña masiva de educación pública sobre la disponibilidad inmediata y lugar donde recoger cédulas, una extensión al máximo de las horas de operación para los centros de distribución, y extensión del plazo para la entrega de cédulas al máximo posible. La delegación urge que se le de consideración a todas las opciones para entrega de las cédulas, aún hasta entregarlas en el día de las elecciones en mesas administrativas separadas de manera tal que no interrumpan los procesos en los colegios electorales.

    • Dado el poco tiempo que queda para las elecciones, la delegación cree que podría causar confusión ampliar el universo de votantes para que incluya aquellos del viejo padrón, que por cualquier motivo no solicitaron su nueva cédula. La delegación reconoce, sin embargo, que el proceso de solicitud, al igual que el proceso de recoger la cédula, fue a menudo engorroso para los ciudadanos y recomienda que se desarrolle y publique un informe de cómo simplificar el proceso para el beneficio de futuros esfuerzos.

  4. Reclasificaciones de votantes a nuevos colegios electorales
    El sistema que exige a los votantes inscribirse primero en sus colegios electorales el día de las elecciones y esperar dos horas o que se inscriban todos votantes en el padrón requiere de un gran compromiso de tiempo. El requisito de limitar el número de votantes en cualquier colegio electoral a 600 personas es un modo razonable de limitar el tiempo requerido para llevar a cabo los procesos en cada recinto en el día de elecciones. Sin embargo, esta limitación ha arrojado un número significativo de personas que han sido asignadas en el padrón para votar en colegios electorales diferentes a los que indican su cédula. Esto crea un riesgo substancial de confusión y tensiones en el día de elecciones, así como la posibilidad de que un número importante de personas no pueda encontrar sus mesas electorales a tiempo para ser admitidos en el proceso obligatorio de inscripción. La delegación recomienda, por tanto, que se realicen esfuerzos exhaustivos para encarar este problema potencial, incluyendo los siguientes:

    • Se requiere llegar a un acuerdo y emitir claras instrucciones para capacitar a los funcionarios de los colegios electorales, de modo que permita a todos los ciudadanos votar mediante el proceso normal de boletas si están en el padrón de una mesa electoral, aún cuando la cédula indicase otra mesa electoral.

    • Debe ponerse el padrón a disposición de todos, en lugares accesibles, para que los ciudadanos puedan saber por adelantado si se les ha asignado una mesa electoral diferente a la que indica su cédula.

    • La JCE debe establecer un servicio telefónico especializado similar al que estableció el PRSC para que los ciudadanos puedan llamar y verificar fácilmente la ubicación de su centro de votación y colegio electorales, incluyendo si son diferentes a los que indican su cédula. Los otros partidos políticos, así como los sectores cívico, privado y religioso también deben considerar establecer líneas especializadas y otras maneras de ayudar a los votantes para verificar el lugar donde deben votar. Los grupos de estos sectores deben recibir copias electrónicas del padrón para poder llevar a cabo estas actividades. La JCE tiene un "web site" (dirección en el Internet) (http:www.jce.do) que pueden usar los partidos, grupos e individuos para verificar información contenida en el padrón.

    • Debe montarse una campaña masiva de educación a los votantes en los días restantes antes de las elecciones para estimular la participación de los votantes e informar a los ciudadanos la posibilidad de haber sido asignados a una mesa electoral diferente a la que indica su cédula y la manera en que se puede verificar la mesa electoral que les fue asignada. Estos esfuerzos educativos deben tomar nota del número aproximado de votantes afectados, para no desalentar a las personas de asistir a los comicios porque se podría sobredimensionar el alcance de este problema. Además, la ubicación de todas las mesas debe ser publicada en los periódicos locales que sean de fácil accesibilidad para los votantes cuanto antes y de nuevo el 15 de mayo para que, si fuera necesario, los votantes se puedan referir a sus ubicaciones en el día de las elecciones.

    • Las listas de votantes por colegio electoral deben ser colocadas cuanto antes en el exterior de los colegios electorales el día de las elecciones y se debe ofrecer seguridad para el mantenimiento del orden en el arrea circundante a estas listas de manera que los votantes puedan determinar si están en el lugar correcto de votación. La JCE también podría designar "facilitadores" para ayudar a los ciudadanos con problemas en los colegios electorales y en centros municipales. Además, la JCE y los partidos políticos deben considerar si una persona que vaya al colegio electoral indicado en su cédula se la deba ubicar en una lista complementaria en ese colegio electoral y permitirsele votar. También debe considerarse si dicha persona debe votar normalmente o mediante voto observado.

  5. Capacitación de los funcionarios electorales y comunicación con el público
    Una preocupación que externaron casi todos los que se reunieron con la delegación fue la necesidad de que la JCE tome medidas especiales para asegurar la capacitación correcta de los funcionarios electorales a todos los niveles hasta incluir el nivel de los colegios electorales. El método de ‘cascada’ para capacitar a capacitadores, que a su vez capacitan a otros hasta los niveles inferiores, puede ser efectivo para capacitar grandes números de personas en corto período de tiempo. Este sistema, sin embargo, implica el gran reto de asegurar que se mantenga un alto nivel de calidad a través de todo el proceso. La JCE ha asignado supervisores para revisar cada nivel, y se espera que se realicen esfuerzos concertados para asegurar que la capacitación de los funcionarios de los colegios electorales y otros sea exhaustivo y de alta calidad.

    Además, a medida que el proceso eleccionario se desenvuelve, se hace inevitable en cualquier país, a veces hasta el mismo día- dar instrucciones de último minuto a los funcionarios electorales, tal como se observo en las elecciones dominicanas de 1994. La delegación recomienda que la JCE ponga especial atención en desarrollar y realizar pruebas de un sistema rápido de comunicaciones para transmitir instrucciones a los funcionarios electorales desde los niveles superiores hasta los que estén en las mesas electorales en el día de las elecciones. Por supuesto, dichas instrucciones deben ser comunicadas oportunamente a todos los representantes partidarios y otras personas de interés para realzar la transparencia y la confianza publica.

    A medida que se aproxima el día de las elecciones, la JCE también encontrara necesario comunicarse con el público, como se consigna en las recomendaciones antecedentes. La experiencia electoral en numerosos países, incluyendo las elecciones dominicanas de 1994, demuestran que es necesario que dichas comunicaciones sean precisas y oportunas y que deben llegar a la generalidad de la población. Por tanto, la delegación recomienda a la JCE que considere revisar su plan para responder rápidamente cualquier evento que surgiere mediante publicaciones en los medios masivos de comunicación y colocarlos rápidamente en el ‘web site’. La delegación también recomendaría que los miembros de los medios masivos de comunicación revisen sus procedimientos para transmitir rápidamente los mensajes de la JCE.

  6. Supervisión en el día de las elecciones
    Un número significativo de personas con quienes la delegación se reunió destaco que las experiencias pasadas en la República Dominicana han demostrado la necesidad de una mejor supervisión de los procesos del día de elecciones a nivel de las bases. Los supervisores de los centros electorales con múltiples colegios electorales pueden jugar un papel preponderante en la resolución de problemas al igual que lo harían equipos móviles de supervisores de las autoridades municipales o del distrito. La delegación sugiere que la JCE revise sus planes para la supervisión del día de las elecciones y tome medidas para ampliar su supervisión por parte de funcionarios responsables ubicados en centros electorales y equipos móviles de supervisores electorales.

  7. Acceso a todos los aspectos del proceso eleccionario por parte de agentes partidarios y observadores
    El proceso electoral dominicano se ha beneficiado de la presencia de representantes de partidos políticos a todos los niveles, incluyendo representantes de mas de un partido en muchos colegios electorales. Desde 1996, el proceso también se ha beneficiado de miles de observadores electorales no partidarios movilizados por Participación Ciudadana. En consecuencia, ha aumentado la transparencia, que ha ayudado a estructurar la confianza en el proceso. A los representantes de partidos y los observadores no partidarios se les debe permitir supervisar todos los aspectos del proceso de elecciones, incluyendo a nivel municipal. Se espera que durante las próximas elecciones, a los representantes de los partidos y observadores no partidarios se les permita observar los procesos técnicos a nivel municipal –incluyendo la entrada de datos de las actas oficiales al sistema de informática de la JCE. Debe imprimirse un registro de todos los resultados transmitidos del nivel municipal a la JCE de la pantalla del computador y entregarse certificado adecuadamente a los representantes de los partidos y otros que así lo soliciten como parte de las actas oficiales de parte de las autoridades electorales municipales. La delegación se sintió estimulada por los informes de que no habrá limite al número de observadores desplegados por Participación Ciudadana y de que las autoridades electorales permitirán a sus observadores acceso completo en todo el país, permitiendo a la organización realizar una tabulación paralela de votos (TPV) y sus esfuerzos mas amplios.

  8. Uso de los recursos del estado para provecho electoral
    Los recursos del estado son propiedad de la ciudadania y deben usarse para el beneficio general mas que para provecho político de partido alguno, sea a nivel nacional o municipal. Existen ciertos beneficios naturales del estar en el poder en cualquier país, pero el uso de vehículos, oficinas y empleados confianza pública y aumenta la desconfianza acerca de los procesos electorales y políticos. Acciones como la compra o alquiler de cédulas de votantes potenciales para asegurar que no se presenten a los comicios e intimidar a los votantes son violatorias de las leyes. La delegación urge a los partidos respetar las disposiciones del Pacto de Ética Electoral que rige el uso de los recursos del estado y otros asuntos.

  9. Acceso a los medios y cobertura

    Aunque le fue imposible a la delegación apreciar las condiciones de acceso por parte de candidatos y partidos políticos a lo medios masivos de comunicación o medir la existencia de sesgos en la cobertura noticiosa, un número de personas con quienes se reunió externaron su preocupación respecto a los sesgos en los medios de comunicación. Se espera que en los días que faltan de la campaña electoral, los representantes de los medios ejerzan sus responsabilidades de dar cobertura precisa, equitativa, y justa acerca de candidatos, partidos políticos y problemas de importancia para los electores mientras estos deciden a quien apoyar en las urnas. Esta responsabilidad se extiende a la publicación en los medios de comunicación de los resultados de encuestas precisas de opinión publica. Los medios de comunicación bajo la responsabilidad del Gobierno tienen la obligación de ofrecer una cobertura precisa y sin sesgos. Aprovechamos la oportunidad para alentar a los medios privados a esforzarse por cumplir sus responsabilidades periodísticas.

VI. CONCLUSION

Al aproximarse las elecciones presidenciales del 2000, las expectativas de los ciudadanos dominicanos de un proceso democrático van indudablemente en aumento. Los funcionarios electorales enfrentan retos importantes pero manejables. Los sectores civiles, empresariales y religiosos observan, dan seguimiento y apoyan el proceso. Los líderes políticos se ven enfrentados con la necesidad inmediata de movilizar a los votantes de sus partidos en favor de sus respectivas ofertas para ganar la presidencia. Es igualmente importante, sin embargo, que el liderazgo político dominicano no permita que su empuje para alcanzar ganancias políticas a corto plazo los conduzca por un sendero que socave la confianza del público y los logros democráticos de los años recientes. El reto que representa “batallar” por ganar las elecciones y al mismo tiempo proteger el interés nacional a largo plazo, es difícil. Se espera que todos los líderes políticos promuevan campañas vigorosas pero pacíficas y con pleno respeto de los derechos políticos de sus competidores. La delegación espera que en el período venidero los retos sean trascendidos exitosamente.