*INFORME DEL NDI/CENTRO CARTER TERCERA MISION DE OBSERVACION PREELECTORAL* */Lima, 24 de Marzo, 2000/* Este es el informe de la tercera Misi�n Internacional de Observaci�n Preelectoral organizada conjuntamente por el National Democratic Institute for International Affairs (o Instituto Nacional Dem�crata para Asuntos Internacionales - NDI) y el Centro Carter. La Misi�n visit� el Per� entre el 17 y el 24 de Marzo del 2000. Adicionalmente, el NDI y el Centro Carter han establecido una presencia cont�nua en el Per� desde Enero de este a�o que se quedar� hasta despu�s de las elecciones. Es probable que otra misi�n NDI/Centro Carter visitar� el pa�s en el per�odo inmediato despu�s de las elecciones del 9 de Abril, para hacer una evaluaci�n del proceso electoral completo. *RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES* El proceso electoral en el Per� est� caracterizado por la polarizaci�n, la ansiedad y las incertidumbres. No se establecieron las condiciones para una campa�a electoral justa. A estas alturas, el da�o causado a la integridad del proceso electoral es irreparable, pero algunas mejoras pueden y deben hacerse porque los candidatos y los partidos siguen compitiendo, los ciudadanos est�n participando y los resultados electorales no est�n decididos. La experiencia internacional ha demostrado que donde se ha quebrantado la confianza en el proceso electoral son necesarias medidas extraordinarias del Gobierno y de las autoridades electorales para devolver o establecer esa confianza. Estas medidas extraordinarias deben ir mas all� de los requerimientos m�nimos para elecciones democr�ticas. Esta lecci�n es claramente aplicable en el Per�, donde las encuestas de opini�n publica han demostrado constantemente que una porci�n sustancial de la poblaci�n tiene dudas sobre la justicia y la integridad de las pr�ximas elecciones. A principios de Diciembre de 1999 y luego en Febrero de este a�o, dos misiones NDI/Centro Carter concluyeron que los vicios del entorno preelectoral y la falta de confianza de la poblaci�n en el proceso electoral y su infraestructura institucional, eran tan serios que se necesitaban medidas inmediatas, extraordinarias y concertadas para que las elecciones del 9 de Abril cumplieran con los est�ndares internacionales. Esta Misi�n reconoce que se han tomado algunas medidas para encarar estos problemas. Sin embargo, ni la oportunidad ni los alcances de estos esfuerzos han sido suficientes para superar los defectos tan graves que fueron se�alados por las misiones anteriores. Adicionalmente, han surgido problemas nuevos que han erosionado a�n m�s las posibilidades de un proceso abierto y competitivo para las elecciones del pr�ximo 9 de Abril. A pesar de obst�culos muy grandes, los candidatos de oposici�n y los partidos pol�ticos contin�an haciendo campa�a activamente. Los observadores electorales nacionales, la Defensor�a del Pueblo y otras organizaciones siguen trabajando para mejorar el car�cter democr�tico de las elecciones. Adicionalmente, los resultados de las elecciones -a nivel presidencial y legislativo - no son predecibles ni inamovibles. Por lo tanto, esta Misi�n no puede hacer todav�a una evaluaci�n final de las elecciones. Los d�as que faltan para terminar la campa�a, la jornada de votaci�n y el per�odo post-electoral requieren todos de una extensa observaci�n del pueblo peruano y de la comunidad internacional. La Misi�n espera que el Gobierno y las autoridades electorales har�n su m�ximo esfuerzo para crear las mejores condiciones posibles para las elecciones. Con esto en mente, la Misi�n ofrece varias recomendaciones al final de este informe. *LA DELEGACION Y SU TRABAJO* La Misi�n de observaci�n preelectoral de Marzo del 2000 incluy� al Dr. Kenneth Wollack, Presidente del Instituto Nacional Dem�crata para Asuntos Internacionales (NDI); al Dr. Charles Costello, Director del Programa de Promoci�n de la Democracia del Centro Carter; al Dr. Guillermo M�rquez, Ex-Presidente del Tribunal Electoral de Panam�; al Dr. Gerardo Le Chevallier, Director del NDI para Latinoam�rica y el Caribe; a la Dra. Shelley McConnell, Directora Adjunta del Centro Carter para Latinoam�rica y el Caribe; y al Dr. Patrick Merloe, Director del NDI para Elecciones y Procesos Pol�ticos. A la Misi�n se les uni� el Dr. Luis Fernando Nunes, Director Residente, y el Lic. Barry Levitt, Director de An�lisis Pol�tico, ambos del Proyecto del NDI/Centro Carter en el Per�. Este proyecto de observaci�n se inici� por invitaci�n del Gobierno, l�deres pol�ticos y dirigentes c�vicos peruanos. Las observaciones de la Misi�n est�n basadas en una serie de extensas reuniones con candidatos y l�deres de partidos pol�ticos; con representantes del Gobierno, incluyendo al Presidente, al Primer Ministro y al Ministro de Defensa; con autoridades electorales, incluyendo al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE); con la Conferencia Episcopal Peruana; con la Defensor�a del Pueblo; con distintas organizaciones no gubernamentales, incluyendo a Transparencia y al Consejo por la Paz; con los medios de comunicaci�n social y con expertos en investigaci�n y an�lisis de la opini�n p�blica. La Misi�n tambi�n utiliz� los informes de sus representantes en el Per� y el de las misiones anteriores, as� como los de la Organizaci�n de Estados Americanos (OEA) y de otras organizaciones internacionales interesadas en este proceso electoral. La Misi�n expresa su agradecimiento a todos los que se reunieron con ella, por compartir su tiempo, sus trabajos y sus opiniones. El NDI y el Centro Carter son organizaciones no gubernamentales que han participado en m�s de 100 misiones imparciales de observaci�n electoral en todo el mundo. Los prop�sitos de esta Misi�n fueron, por un lado, expresar el respaldo de la comunidad internacional para un proceso electoral democr�tico en el Per� y, por el otro, evaluar el ambiente pol�tico y la evoluci�n de su entorno, as� como la situaci�n de los preparativos electorales. La Misi�n condujo sus actividades de acuerdo a est�ndares aceptados internacionalmente para la observaci�n electoral internacional no-partidaria y a la legislaci�n peruana. El NDI y el Centro Carter no pretenden interferir en el proceso electoral ni hacer - en este momento - una evaluaci�n final sobre el proceso global. Ambas instituciones reconocen que, finalmente, ser� el pueblo peruano el que determine la legitimidad de las elecciones y del gobierno resultante. Una evaluaci�n completa y precisa de cualquier elecci�n debe considerar todos los aspectos del proceso electoral. Estos incluyen: 1) las condiciones definidas por el marco legal; 2) los per�odos preelectoral y de campa�a; 3) el proceso de votaci�n; 4) el conteo de votos en las mesas; 5) la tabulaci�n de los resultados; 6) la investigaci�n y resoluci�n de las denuncias y 7) la conformaci�n del nuevo gobierno. Ninguna elecci�n puede estudiarse fuera del contexto pol�tico en que se lleva a cabo. Al per�odo preelectoral -incluyendo la log�stica electoral y el ambiente pol�tico- se le debe dar un considerable peso cuando se eval�a la naturaleza democr�tica de las elecciones, porque este per�odo es fundamental en una competencia que pretende ser verdaderamente democr�tica. Este es el momento en que los ciudadanos toman consciencia de su poder para seleccionar a sus gobernantes. Los partidos y los candidatos movilizan a sus seguidores en una prueba de pluralismo pol�tico, compitiendo por los votos. Si los candidatos y los partidos no tienen las mismas condiciones para competir o si el electorado no recibe informaci�n adecuada para tomar una decisi�n documentada ni sobre cu�ndo, d�nde y c�mo votar, pueden dudarse del proceso electoral en cuanto a su naturaleza e integridad. *CONTEXTO ELECTORAL* La Misi�n de Diciembre del NDI/Centro Carter encontr� que el entorno preelectoral y el marco institucional estaban afectados por serios problemas que requer�an de �esfuerzos conjuntos y continuos� si se quiere que el proceso electoral cumpla con los est�ndares internacionales. Entre otros temas, la Misi�n se�al� la falta de acceso a los medios de comunicaci�n social por parte de los candidatos de oposici�n, una cobertura parcializada en las noticias, la falta de cobertura de temas que pueden afectar las preferencias de los ciudadanos, violaciones de la libertad de prensa, problemas con el marco jur�dico y resoluciones judiciales, la falta de confianza en las instituciones electorales y el uso de recursos del Estado para obtener ventajas electorales. La misi�n del mes de febrero de este a�o observ� que el proceso electoral a�n estaba viciado y que en muchos aspectos hab�a empeorado desde el informe anterior. Esa misi�n nuevamente recalc� que continuaban los problemas de acceso a los medios y su parcialidad, as� como el uso indebido de los recursos del Estado en la campa�a. Adicionalmente, esa misi�n denunci� campa�as de hostigamiento por parte de ciertos medios de comunicaci�n en contra de candidatos, observadores electorales nacionales y la Defensor�a del Pueblo, y se�al� lo que parec�a ser una deliberada concertaci�n para asegurar un resultado legal determinado en el tema de la reelecci�n del Presidente. La misi�n del mes de Febrero tambi�n mencion� que se requer�a implementar medidas eficaces �amplias e inmediatas�, para establecer la credibilidad del proceso y alcanzar los est�ndares internacionales. El Gobierno trat� de responder a las recomendaciones ofrecidas por las Misiones del NDI/Centro Carter y otras. Los medios de comunicaci�n del Estado, ampliaron el per�odo de espacios gratuitos para los candidatos de 30 a 45 d�as, y los canales de televisi�n privados de se�al abierta les ofrecieron una cantidad de tiempo limitado y condicionado a en forma gratuita (franja electoral) lo cual ha beneficiado principalmente a los candidatos al Congreso. Se estableci� una l�nea telef�nica especial para denuncias electorales, y se nombraron Fiscales Especiales para los distritos electorales. El Primer Ministro emiti� instrucciones escritas a las autoridades gubernamentales para que respeten la ley y no utilicen recursos del Estado a favor o en contra de los candidatos. Las Zonas de Emergencia restantes fueron eliminadas. Adem�s el gobierno entreg� recursos econ�micos adicionales a la ONPE para realizar un programa masivo de electoral. Sin embargo, muchas de estas medidas han llegado tarde y no han sido suficientes para superar la desventaja de la oposici�n en los medios de comunicaci�n social, superar la aparente falta de conocimiento del p�blico sobre los procedimientos para votar o para contrarrestar las percepciones de impunidad por la comisi�n de delitos electorales. Mientras el Gobierno tomaba estas medidas, los problemas identificados por las dos Misiones anteriores del NDI/Centro Carter continuaron o empeoraron. Se intensific� la campa�a de difamaci�n contra los observadores electorales nacionales, la Defensor�a del Pueblo y los medios de comunicaci�n cr�ticos del Gobierno o del proceso electoral. Adicionalmente, se promovieron campa�as difamatorias en la llamada �prensa chicha� contra los principales candidatos de oposici�n. Pareciera que estas campa�as fueron promovidas y organizadas por funcionarios del Gobierno. La falta de declaraciones en�rgicas por parte de voceros gubernamentales contra estas t�cticas, refuerza esta opini�n. La estaci�n de radio 1160 que hab�a empezado a transmitir comentarios pol�ticos independientes fue clausurada luego de un cuestionable proceso judicial. El momento en que se produjeron �ste y otros casos aumenta las preocupaciones sobre la manipulaci�n del sistema judicial peruano con fines pol�ticos. Monitoreos confiables de los medios de comunicaci�n se�alan que la cobertura noticiosa televisiva p�blica y privada contin�a siendo sumamente desproporcionada en favor del Presidente - candidato. Aunque dos funcionarios p�blicos han sido despedidos por distribuir propaganda electoral junto con ayuda alimenticia oficial, hay informes confiables de que recursos e instalaciones del Estado - incluyendo varios programas de distribuci�n alimenticia - contin�an utiliz�ndose para la campa�a de la alianza Per� 2000. Adem�s de estos problemas, ha surgido una denuncia de falsificaci�n de firmas para inscribir al Frente Nacional Independiente Per� 2000, uno de los grupos pol�ticos que form� la Alianza Per� 2000 para promover la reelecci�n del Presidente Fujimori y una lista de candidatos para el Congreso. Este caso no ha sido manejado de manera que se disminuya la desconfianza ciudadana, sino que refuerza la idea de que existen manipulaciones electorales que se llevan a cabo con impunidad. El retiro de dos candidatos al Congreso presuntamente asociados con las falsificaciones, el retiro del Frente Nacional Independiente Per� 2000 de la alianza Per� 2000 y la cancelaci�n oportunista de dicho Frente por el Jurado Nacional de Elecciones, no abordan las acusaciones ni tampoco hasta qu� punto las autoridades electorales pueden haber participado en la falsificaci�n. El esc�ndalo ha afectado a�n m�s la confianza p�blica en las autoridades responsables de organizar las elecciones. La posible participaci�n de funcionarios de la ONPE en la presunta falsificaci�n ha deteriorado la credibilidad de la organizaci�n cuya misi�n es justamente garantizar la integridad del proceso electoral. La falta de informaci�n concerniente a la investigaci�n criminal de la Fiscal Especial y la aparente pasividad de los cuerpos electorales relevantes - el JNE y la ONPE - ponen en duda la credibilidad del proceso judicial, as� como de las autoridades electorales. Las condiciones circundantes al esc�ndalo de la falsificaci�n as� como los problemas con el acceso a los medios de comunicaci�n y libertad de prensa, oblig� a la Misi�n de Observadores Electorales de la OEA en su comunicado de prensa del 17 de marzo a expresar una �profunda preocupaci�n por el empeoramiento de las deficiencias demostrada en el proceso electoral que fueron detalladas en nuestro Bolet�n No. 1� del 10 de Marzo. El Relator Especial para la Libertad de Expresi�n de la OEA, inform� el pasado 8 de marzo que las numerosas limitaciones a la libertad de expresi�n que se dan en el Per� representan �un obst�culo serio para el desarrollo normal del proceso electoral�. Investigaciones de opini�n p�blica demuestran que amplios sectores del electorado no tienen el conocimiento necesario sobre los procedimientos de votaci�n. Dado el alto e inusual porcentaje de votos anulados en 1995 y la complejidad del voto calificado para los candidatos al Congreso, muchas de las personas con quienes se reuni� la Misi�n expresaron su preocupaci�n de que los esfuerzos de la ONPE por educar al votante no han sido suficientes. Aunque el tiempo restante para las elecciones es ya demasiado corto, realizar campa�as masivas de educaci�n electoral es una de las acciones m�s importantes que a�n se pueden implementar para mejorar la naturaleza del proceso electoral. Mientras la atenci�n del p�blico se enfoca hacia al d�a de las elecciones, se necesita asegurar la integridad de los procesos de votaci�n y del conteo de las actas. y para que la tabulaci�n y anuncio de resultados reflejen en forma precisa la voluntad del electorado. En este aspecto, los esfuerzos de los personeros y observadores electorales peruanos, de la Defensor�a del Pueblo, de los medios de comunicaci�n y de los observadores internacionales son cruciales. Las autoridades electorales deben garantizar libre acceso a todos los aspectos del proceso electoral el d�a de las elecciones y a la tabulaci�n de los resultados, incluyendo los sistemas de computaci�n de la ONPE y de su posible c�mputo r�pido extraoficial de resultados de la elecci�n presidencial y del Congreso. *RECOMENDACIONES* Aunque es ya cr�ticamente tarde en cuanto al per�odo preelectoral y se ha hecho ya un da�o irreparable a la integridad del proceso, hay a�n mejoras que se pueden y deben hacer. Con esto en mente y con la buena voluntad de la cooperaci�n internacional, la Misi�n ofrece las siguientes recomendaciones: 1. Mientras que las interrupciones de los actos de campa�a han disminuido, han continuado algunos actos de violencia contra los candidatos. En este sentido, deben llevarse a cabo esfuerzos concertados por todos los actores del proceso electoral para prevenir cualesquiera incidentes de violencia y violaciones de derechos pol�ticos. 2. Las campa�as de vilipendio (guerra sucia) contra candidatos, observadores, la Defensor�a del Pueblo y los medios de comunicaci�n social deben cesar. Los funcionarios de gobierno y autoridades electorales deben condenar tales t�cticas p�blicamente. 3. Los medios de comunicaci�n privados y estatales deben dar cobertura objetiva, equitativa y balanceada a los candidatos presidenciales y partidos pol�ticos que participan en las elecciones. y deben proveer al publico con informaci�n para un voto responsable, consciente y libre. 4. Aunque ya que no es probable que m�s acceso a los medios de comunicaci�n tenga un efecto muy significativo en las preferencias del electorado, se deber�an organizar y transmitir por la televisi�n de se�al abierta debates entre todos los candidatos presidenciales, lo cual generar�a mucha audiencia y ayudar�a a incrementar el conocimiento de los candidatos y de sus propuestas para el futuro del pa�s. Adicionalmente, los medios de comunicaci�n deber�an � tal y como le aseguraron sus representantes a nuestra Misi�n - poner a disposici�n de todos los candidatos espacios publicitarios a tarifas comerciales normales. 5. Las autoridades deber�an devolver su equipo de transmisi�n a la Radio 1160, y la administraci�n de los canales 13 y 2 a sus propietarios y administradores originales. 6. El Primer Ministro deber�a reiterar a trav�s de en�rgicos pronunciamientos p�blicos que todo funcionario gubernamental que use los recursos del Estado, particularmente las ayudas alimentarias, con fines electorales estar� sujeto a severas e inmediatas sanciones administrativas y, si es del caso, a un proceso penal. A tales pronunciamientos debe seguir su inmediata y eficaz aplicaci�n. 7. La Fiscal Especial, la ONPE, el JNE y dem�s autoridades competentes, deben proceder a la publicaci�n inmediata en los peri�dicos de las presuntas firmas falsificadas presentadas para el reconocimiento del Frente Per� 2000, a fin de que los ciudadanos puedan confirmar o desmentir el uso fraudulento de sus firmas y reclamar su derecho de apoyar a cualquier partido de su preferencia. 8. La ONPE y el JNE deben efectuar una exhaustiva revisi�n de los procedimientos administrativos e investigar la responsabilidad de cualesquiera individuos que est�n involucrados en la escandalosa falsificaci�n de firmas. Debe informarse prontamente al p�blico del estado de estas revisiones y de las investigaciones por la ONPE y el JNE, y la Fiscal�a Especial debe informar inmediatamente sobre el estado de la investigaci�n penal dentro de las limitaciones del debido proceso y de los derechos de quienes puedan ser acusados. Tales acciones inmediatas son imprescindibles para contrarrestar la impunidad y contribuir� a restablecer la confianza p�blica en el proceso electoral. 9. Debe garantizarse el acceso completo de candidatos, personeros, observadores electorales nacionales e internacionales en todas las etapas de la votaci�n, conteo, tabulaci�n y anuncio de los resultados electorales, as� como a los mecanismos de denuncias electorales. Dicho acceso debe permitir conteos paralelos independientes as� como otras actividades que ayuden a asegurar la confianza p�blica en los resultados electorales. 10. Si la ONPE organizara una tabulaci�n de votos paralela - ya sea con base nacional o con una muestra estad�stica determinada al azar - los candidatos y personeros de los partidos, los observadores nacionales e internacionales y la Defensor�a del Pueblo deber�an tener acceso completo al proceso. Copias de las actas de esa tabulaci�n no-oficial deber�an entregarse a los personeros, como sucede con las actas para el conteo oficial. Tambi�n ser�a beneficioso que las copias de todas las actas fuesen puestas a disposici�n de entidades no-partidarias cre�bles involucradas en el proceso electoral, como la Conferencia Episcopal de la Iglesia Cat�lica, Transparencia o la Defensor�a del Pueblo. Si las autoridades electorales emiten resultados parciales no-oficiales, el porcentaje y la ubicaci�n de las mesas contabilizadas deber�an ser anunciados con los resultados parciales porque, de no hacerse, estos resultados confundir�an al p�blico. 11. La ONPE y dem�s entidades responsables deber�an intensificar considerablemente las campa�as de educaci�n del votante, inclusive en idiomas Quechua, Aymara y en otros utilizados por los peruanos, para maximizar la participaci�n de los votantes y reducir el porcentaje de votos anulados. En los �ltimos cuatro meses se han perdido oportunidades para crear un ambiente preelectoral genuinamente abierto y democr�tico. Mientras que el cumplimiento de las recomendaciones arriba mencionadas ya no puede contrarrestar las serias deficiencias identificadas por las anteriores misiones del NDI/Centro Carter y otros observadores, todav�a puede ayudar a reducir el riesgo de que los ciudadanos peruanos consideren el proceso como ileg�timo en su totalidad. Fieles a su compromiso, el NDI y el Centro Carter continuar�n observando todos los aspectos del proceso y emitir�n los informes pertinentes. Copyright © National Democratic Institute for International Affairs (NDI). All rights reserved. Portions of this work may be reproduced and/or translated for non-commercial purposes provided that NDI is acknowledged as the source of the material and is sent copies of any translation. 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